Julius Yego (Kenia, 1989) tiene
varias cosas que le hacen especial. La primera es que es keniata y se acaba de
proclamar campeón mundial de lanzamiento de jabalina en Pekín, siendo la
primera medalla que consigue este país en un lanzamiento de cualquier tipo. La
segunda es que ha lanzado 92.71 metros, la mejor marca conseguida por un
campeón mundial desde que el recordman mundial Jan Zelezny ganase en Edmonton,
en 2001, con apenas nueve centímetros más. La tercera y definitiva es que
Julius Yego aprendió a lanzar jabalina viendo vídeos en YouTube.
La historia del ahora felizmente
proclamado campeón mundial – un keniata en un coto privado de europeos –
comienza en el año 2008: la federación keniata se negó a llevarle a un mundial
junior, a pesar de haber conseguido la marca mínima para clasificarse. No puede
decirse que la jabalina sea una especialidad del atletismo precisamente popular
en Kenia, y la falta de entrenadores llevó a Julius Yego a los cibercafés de
Nairobi y Eldoret, donde pasaba las horas muertas viendo vídeos en YouTube:
vídeos de Jan Zelezny, recordman mundial de la prueba, con los que este
vocacional keniata iba asimilando una técnica prácticamente desconocida en un
país que tiene por religión mayoritaria el 3.000 obstáculos y el maratón.
“Me di cuenta de que el entrenamiento de jabalina
en Kenia nunca me ayudaría a mejorar, y por eso me metía en YouTube para ver
vídeos de campeones como Jan Zelezny, Andreas Thorkildsen o Tero Pitkämäki”,
asegura Yego. Este miércoles en Pekín ha ganado un título mundial, como sus
tres héroes, y a Pitkämäki incluso le ha ganado en el Nido del Pájaro.
Pasaron los años y Julius siguió
mejorando sus registros, hasta que en 2012 se plantó en la final de los Juegos
Olímpicos en Londres, donde fue duodécimo víctima de una lesión en la rodilla:
“Fue fantástico, sólo me sentía orgulloso de haber entrado en la final”. Un año
después, en Moscú, fue cuarto del mundo.
Ahora Julius Yego se entrena a sí
mismo – lo que podría llamarse la ‘doctrina YouTube’ – pero en Finlandia, de
donde han salido hasta cuatro campeones mundiales, y ha conseguido algo
imposible: que los keniatas se interesen por la jabalina. “En casa, todo el
mundo está muy contento cuando voy a mi casa de Nairobi en Roy Sambu todo el
mundo me saluda, y esto significa que debo ser más disciplinado para que cunda
mi ejemplo”, asegura. La CNN se plantó en Nairobi para contar su historia.
De hecho, ha conseguido sembrar
el germen de la jabalina en un país que nunca ha sentido ningún interés por
esta especialidad: el año pasado, y por primera vez en la historia del deporte
keniata, tres atletas superaban los setenta metros en jabalina. Apellidos tan
pegados al fondo como el de Alex Kiprotich (72.73 metros), Fred Kogo (71.40) y
Sammy Keskeny (70.25).
Este miércoles, Julius Yego se ha
proclamado campeón mundial de lanzamiento de jabalina con un tiro de 92.72
metros, una medalla de oro con mucha historia y estadística detrás: es la
primera medalla keniata en esta prueba, y es el segundo campeón no europeo de
la historia de la competición.
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