Piensa por un momento en
toda la información que tiene Internet sobre ti. ¿Qué pasaría si un día
quisieras borrarte por completo?
Si nos detenemos a pensar en
el número de cuentas que tenemos en distintos servicios y en la cantidad de
datos personales que alberga Internet sobre nosotros, es posible que nos abrume
un poco. La mayoría de nosotros mantenemos decenas de cuentas en diversos
lugares, muchas de las cuales hemos abierto sólo una vez y nunca usado de
nuevo, y muchas otras donde se encuentran datos como nuestra ubicación
geográfica, nuestras fotografías de viaje o los nombres de nuestros amigos.
Esto, hoy en día, simplemente es algo normal; ya no pensamos en ello ni nos
preguntamos dos veces si queremos que toda esa información ande por ahí.
Sin embargo, aunque solemos
pensar que estamos seguros y que no tenemos motivos para convertirnos en
objetivo de vigilancia o acoso, la realidad es que basta con un paso en falso
para volverse un objetivo. Si bien muchas de las personas que son víctimas de
acoso en Internet son periodistas, activistas o llevan a cabo otro tipo de
actividades que podrían molestar a alguien, en algunas ocasiones basta con un
comentario aleatorio para hacer molestar a alguien con demasiado tiempo libre y
los recursos necesarios para dedicarlos a la labor.
Luego de que una ola de
acoso resultó en que seis de sus amigos aparecieran como objetivos de doxxing
en una lista en Internet, Latoya Peterson se embarcó en una larga búsqueda de
mecanismos para hacer desaparecer su información personal de Internet, búsqueda
que documenta en un artículo de Fusion. Entre otras cosas, Peterson encontró
que existe una cantidad significativa de sitios web de los cuales no existen
mecanismos para borrarte (desde perfiles de comentarista como Gawker, hasta
servicios como Evernote, Kik, Blogger o YouTube).
¿Qué es doxing?
El término "dox" o
"doxx" (del inglés "documents") empezó a usarse como verbo
hace aproximadamente una década, y se refiere a la práctica de recabar y
publicar información privada de una persona, incluyendo su dirección y sus
números de identificación nacionales, una práctica comúnmente utilizada por
hackers maliciosos y en contra de la voluntad de la víctima.
Existen diversos métodos
disponibles para adquirir esta información, desde bases de datos públicas o
pagas, como Spokeo, People Smart, Pipl, a simples búsquedas en sitios de redes
sociales, ingeniería social, hackeo. En la práctica, incluso una búsqueda
profunda en Google puede revelar mucho más sobre nosotros de lo que deseamos.
La finalidad de quienes llevan a cabo esta práctica puede ir desde la extorsión
y el acoso hasta la investigación judicial, y una búsqueda amplia en uno de
estos sitios web dedicados puede costar desde cinco dólares.
Una vez que alguien cuenta
con una pieza de información (la dirección de e-mail, o el número de teléfono
de una persona), es extremadamente fácil extrapolar otros datos, como su
domicilio y su nombre completo. Las prácticas que pueden llevarse a cabo para
acosar a una persona una vez que se tiene esta información pasan por enviarle
pizzas a domicilio, abrir cuentas en servicios en su nombre o incluso enviar
policías a su casa. En muchos casos, la información se hace pública en foros de
Internet y se invita a otros usuarios a participar del acoso.
En el sitio web JustDeleteMe
podemos encontrar información sobre qué tan fácil o difícil (o simplemente
imposible) es borrar tu cuenta y tus datos personales de un determinado sitio
web. Te sorprendería saber, por ejemplo, que para borrar tu cuenta de Netflix
es necesario contactar directamente a sus servicios de atención al cliente, y
que incluso entonces podrían no borrarla, bajo la premisa de que podrías querer
volver a usar el servicio en algún momento y que necesitarán conservar tu
historial. Otro ejemplo de cuentas que no pueden ser borradas es WordPress,
pero JustDeleteMe ofrece una larga lista.
Encontrarás, pues, que borrar
por completo toda huella de tu actividad en línea es simplemente imposible, y
quizás quieras enfocarte en las huellas que sí es posible borrar. Pero en la
mayoría de los países, información esencial y delicada como tu dirección, tu
teléfono, tu número de seguridad social o de identificación están guardadas de
manera indeleble en archivos gubernamentales que no siempre están protegidos de
la manera correcta.
Por otra parte, borrarte por
completo, si tal cosa fuera posible, podría tener el efecto opuesto: ¿quién y
cómo se enteraría si algo te pasara? ¿Qué relaciones perderías, qué posibles
oportunidades de trabajo, noticias, eventos, si no estuvieras presente en
Internet de ninguna manera?
Por esta razón, Peterson
cierra su artículo preguntándose si en lugar de insistir en la sisífea labor de
intentar borrar lo imborrable, no sería más práctico dejar la información,
permitir que se mezcle con datos anteriores y desactualizados, o usar servicios
para esconder nuestros números de teléfono.
La mayoría de las guías de
privacidad sobre doxxing recomiendan crear el hábito de vigilar qué datos
entregas: nunca usar tu información real, nunca dejar rastros. Como sea, es
posible que estas prácticas no sean realistas para todo el mundo, y que tengamos
que convivir con la realidad de que no es posible borrarnos por completo de
Internet.
Fuente:http://hipertextual.com/
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