En nombre del "derecho al olvido", impuesto por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, cientos de miles de páginas deberían ser ocultadas por Google ¿Cómo y a quién se aplicará esa regla? Los expertos en "e-reputación" auguran un gigantesco rompecabezas.
P: ¿Quién puede pedir a Google que borre un vínculo?
R: Solamente los ciudadanos europeos y los residentes en
Europa pueden llenar el formulario puesto en línea por Google el 30 de mayo
(rúbrica "Confidencialidad y condiciones de utilización" y luego
"FAQ") para pedir que se retire un vínculo hacia una página
indeseable generada por una búsqueda sobre su nombre.
P: ¿Desaparecerá ese vínculo en todos los portales de
Google?
R: No. Si Google acepta, el vínculo será retirado de todas
las versiones europeas, pero permanecerá en las versiones no europeas, por
ejemplo en google.ca (versión canadiense). Las páginas seguirán siendo las
mismas y serán referenciadas por Google para otras búsquedas.
P: ¿Qué pasará con el derecho a la información sobre las
personalidades públicas?
R: Los particulares pueden pedir el retiro de informaciones
que les conciernan y que ya no son pertinentes, salvo las de "interés
público a raíz de un rol público" de la persona, indicó el Tribunal. Los
políticos o las personas célebres no serían concernidos.
P: ¿Cómo va a tratar Google los pedidos de "derecho al
olvido"?
R: En el primer día de la publicación en línea del
formulario, el motor de búsqueda recibió 12.000 pedidos, y se niega a indicar el
número de pedidos recibidos posteriormente y el tiempo que tardará en
procesarlos. "Habrá entre 500.000 y un millón de pedidos en el plazo de un
año", estima Bernard Girin, presidente de la agencia Reputation VIP.
"Habrá una enorme cola de espera", acota Stéphane Alaux, dirigente de
Net'Wash. "¿Cómo podrá Google tratar esos cientos de miles de pedidos,
cada uno de los cuales llevará tiempo aunque sólo sea para verificar la
identidad del demandante? ¡Parece imposible! ¿Por qué Google publicó ese formulario
tan rápidamente, sin haber fijado el procedimiento?", plantea Olivier
Andrieu, editor del portal especializado Abondance.
P:. ¿Qué pedidos llegan a Google?
R: La empresa guarda silencio sobre ese punto, pero la
agencia ReputationSquad recibió en los últimos días "decenas de
pedidos" de particulares que le solicitan que llene el formulario en su
nombre, con un apoyo jurídico para acelerar el caso. "Hay clientes que
quieren que todo sea borrado, fotos o comentarios que ya no les gustan...
Google considerará muy pocos pedidos legítimos", según el cofundador de la
agencia, Albéric Guigou.
P: ¿Cuáles son los principales obstáculos?
R: Ante todo los problemas de homonimia: una página señalada
puede concernir a un homónimo, lo que será difícil de verificar por Google.
Tras ello, ¿cómo definir que una persona es "pública" y por ende no
tiene derecho a llenar el formulario? ¿Al cabo de qué plazo una información
pasa a no ser pertinente? Y más globalmente ¿cómo arbitrar entre derecho a la
información y derecho al olvido?
P: ¿Tenderá Google a responder positiva o negativamente?
R: Google, que ha invocado siempre la libertad de expresión,
organizó un comité para fijar las reglas, con un informe previsto "a
principios de 2015". Pero su cofundador Larry Page manifestó en el
Financial Times su preocupación por la posibilidad de que el derecho al olvido
"perjudique a la próxima generación de start-up de la red y refuerce el peso
de los gobiernos represivos".
"Google no va a ponerse a retirar las referencias de
tres cuartas partes de internet para satisfacer demandas anecdóticas",
considera Albéric Guigou. "Le será fácil decir sí a todo, para evitar las
consecuencias económicas de procesos", dice, por su parte, Bernard Girin.
"Sólo los que puedan preparar un proyecto de demanda judicial lograrán que
su caso sea acelerado, lo otros esperarán meses", prevé Stéphane Alaux.
P: ¿Solucionará esto el problema de la e-reputación?
R: "Es un avance en la buena dirección, una primera
etapa, pero no es una revolución, porque la e-reputación se juega en gran
medida actualmente en las redes sociales. Además, las páginas que contienen
esas informaciones se las arreglarán para reaparecer", advierte Albéric
Guigou. Y, en opinión de Olivier Andrieu, "el verdadero derecho al olvido
es la supresión del contenido. Los motores pueden olvidar, pero la web no
olvidará", advierte.
Fuente: Informe21.com
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